La consecución de los objetivos se realizará desde los siguientes principios metodológicos:
Organización del tiempo
Entendemos como tiempo educativo de los alumnos-as todo su tiempo.
El alumno-a forma su conocimiento a partir de todas sus experiencias. Por tanto, el tiempo educativo hace referencia tanto al tiempo de trabajo que los alumnos-as utilizan en tareas académicas diversas, como respecto al tiempo libre.
La distribución del tiempo será flexible y estará al servicio de los objetivos educativos y del mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales.
El tiempo de la sesión lectiva estará organizado de la siguiente manera: Presentación, «tiempo para», actividad principal y cierre (metacognición).
En las distintas áreas, se distribuirá el tiempo de cada día-semana de forma que haya un tiempo para las exposiciones-explicaciones, trabajo personal, grupo, correcciones…
En la ESO, donde hay optatividad en ciertas materias por parte del alumnado, la distribución horaria facilitará dichas opciones.
La organización de los horarios debe permitir la coincidencia de los grupos de profesores-as que tienen tareas y decisiones que compartir.
El profesor-a dispondrá de tiempos de programación, preparación de actividades y materiales de aula, adaptaciones a grupos concretos, entrevistas con padres…
Irakasleak denbora behar du programaziorako, eskolako zereginak eta materialak prestatzeko, talde jakin batzuetan egokitzapenak egiteko, gurasoekin hitz egiteko…
Organización de los espacios
Será flexible y ha de adaptarse a las necesidades, intereses y posibilidades específicas de cada grupo de alumnos-as.
Nos planteamos la importancia del espacio, como condición que favorece las relaciones entre los niños-as y el ambiente.
Consideramos al ambiente como contexto de aprendizajes. Por lo tanto, los espacios educativos se configurarán, ya no en función de un modelo único, sino de uno que se ajuste a las demandas de las niñas y de los niños.
Se tendrán en cuenta las siguientes claves a la hora de organizar el aula:
La labor de orientación se desarrolla en todas las etapas educativas y en ella participan todos los profesores/as.
Cuando hablamos de un Plan Lector, nos referimos al desarrollo de las habilidades lectoras que cualquier persona debe aprender y desarrollar. Este es precisamente el principal objetivo de este proyecto: dotar a nuestros alumnos de las competencias lingüísticas que necesitan al finalizar sus estudios y que serán necesarias para su desarrollo humano y profesional.
De hecho, cuando aprendemos a leer, desarrollamos una cierta habilidad, que es fundamental para las personas en edad escolar. La razón es obvia: la mayor parte del conocimiento se transmite por escrito. Si los niños no leen bien, no podrán comprender ninguno de los documentos en un medio escrito, no podrán comprender libros y documentos cada vez más difíciles y, por lo tanto, tendrán dificultades para adquirir lecciones en otras áreas del conocimiento.
Con el fin de proporcionar la mejor formación posible a los alumnos, nuestro objetivo ha sido elaborar un plan lector adaptado al colegio, preparar y sistematizar algunas actividades dirigidas a alumnos de diferentes edades desde HH hasta ESO. Aunque estas acciones se centran principalmente en las áreas del lenguaje, creemos que deben extenderse a otras áreas, ya que la lectura es una herramienta fundamental para el aprendizaje de conocimientos en todas las áreas.
Disponen a continuación del proyecto digital del centro (está redactado en euskara):